lunes, agosto 30, 2010

Divagando

No queda mas que recordar la insensatez como algo fantasioso, como idealista. Amo lo imposible, y he estado al filo de lanzarme a precipicios por creer ver mis objetivos alla abajo.
Ahora he dejado de vivir esa adrenalina de las cosas incorrectas, para sumirme en un traje que me queda grande y no se me ve bien.
Pero es el correcto.

Tengo en la cabeza un album repleto de las estampillas de los recuerdos, hasta imagenes repetidas y con hologramas, y como tengo la pieza desordenada, y tengo tantas tantas laminas, a veces las pierdo y me angustio, y las busco y las busco, y luego aparecen y me hacen feliz. A veces siento que por mirar tanto esos albumes, no me acuerdo que son ediciones pasadas, y que ahora hay nuevas laminas que coleccionar, otros albumes que repletar.

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